Este año, por algún esotérico motivo, hoy miércoles de Feria (de Sevilla) es fiesta. Lo han cambiado por no sé qué día que caía en sábado y que…. En fin, que es fiesta.
Como soy poco (nada) feriante, siempre invento mil subterfugios para no tener que ir a tan señalado evento. No parezco sevillano, según otros sevillanos que creen que ellos sí parecen sevillanos. Como si el parecer sevillano, sea lo que sea, fuera algo exigible a los que tienen la suerte de nacer en tan excelsa ciudad que, dicho sea de paso, me gusta. En fin, mi idiosincrasia… 🙂
A veces, ni siquiera disimulo… Me monto en la moto y me largo con viento fresco. Como hoy.
La X me espera en la puerta mientras termino de ponerme el disfraz de motero.
Quedo con Pedro a las 8:30. Sin madrugones excesivos, para lo que viene siendo nuestra costumbre. Hoy los objetivos son fáciles. Vamos a rodar por carreteras conocidas sin más pretensión que dar una vueltecilla, hacer unas fotos, probar la nueva cámara china de mi amigo.
La primera parada de la ruta la hacemos en Coripe, muy conocido por su magnífico aceite. Damos cuenta de un par de tostadas con jamón (mucho) y aceite de la zona (aún más que jamón 😀 ). El campo está soberbio y hace que el paseo por sus sinuosas carreteras sea todo un placer.
Pedro hace un pequeño vídeo de la ruta. Lo pongo aquí
Y así, curveando curveando, llegamos a Zahara. He pasado montones de veces por los alrededores de este pueblo pero nunca me había dado por visitarlo. Y merece la pena…
Sus miradores proporcionan preciosas estampas del embalse.
La X también disfruta del paisaje. Parece que se da cuenta de que hoy no nos vamos a meter un palizón; como en otras muchas ocasiones 😀
Bajamos las empinadas calles y ahora nos vamos a un sitio donde hay mucho flamenco y poca feria: La laguna de Fuente de Piedra.
Vamos bordeando la laguna por una carreterita malilla pero, como no hay prisa, vamos disfrutando del paisaje.
En algunos puntos, la laguna queda muy cerca de nosotros y podemos empezar a divisar algo de rosa sobre la lámina de agua.
Progresamos hacia el norte y pasamos por Fuente de Piedra buscando el Centro de Interpretación de la Laguna.
Desde aquí, es posible contemplar mejor las notas musicales, los flamencos, sobre el pentagrama de agua.
Muchísima vida en esta laguna; más ahora, que estamos en primavera.
Bien, como empieza a apretar el hambre, decidimos tirar millas hasta el verdadero motivo de esta salida: Comer en un sitio que le han recomendado a Pedro, el Restaurante Casa Paco Maestre.
No nos defrauda en absoluto y, en un momento, nos encontramos frente a esto:
Las motos ponen cara de envidia 😀
Total, después de un rato de charla de sobremesa decidimos hacer un poco de autovía y volver a casa. La ruta es cortita para nuestros estándares, unos 400 kms, pero hay días en que apetece «vaguear» y con sólo alejarte un poco del ruido ya te das por satisfecho.
La ruta final es algo así: